martes, 11 de junio de 2013

Diseño de Escenario: Crónica de una muerte anunciada


La adaptación por Jorge Ali de "Crónica de una muerte anunciada" que se dio en el Teatro Británico durante el 2011 resulta una propuesta  sólida de diseño inteligente para un teatro de escenario pequeño y una obra de gran numero de personajes.




Este es un famoso libro del escritor colombiano Gabriel García Márquez que trata de un pueblo caribeño donde todo el mundo sabe que se cometerá un crimen, menos la víctima. El hecho trágico esta al escrutinio de este pequeño pueblo, que juzga y crea hipótesis acerca del acto.








Me resulta interesante la puesta en escena planteada por la fidelidad que mantiene con el estilo del libro (los matices del realismo mágico de García Márquez se hacen presente mediante los cánticos ceremoniales que hacen en coro los actores para marcar momentos), el manejo de un amplio elenco de personajes distribuidos de forma inteligente en el escenario, todos situados en una suerte de tribunal que nos da una idea del modo en que se interrelacionan los personajes del pequeño pueblo. Todos opinan y son espectadores pasivos de los actos de los demás.




Para la escenografía se creo como una plaza de toros, las tribunas iban hacia lo alto y ahí se colocaban los personajes. Esto también marca una jerarquía en cuanto a los principales representantes del pueblo.

Ver video:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=U_WU0xK16eI




La plaza de toros como escenario principal resalta el impulso de la obra, la violencia y la impunidad. El asesinato es a causa de una venganza, por el honor de una joven a la que se le había despojado su virginidad antes de su boda. El público (el pueblo) acude con morbo a ver lo que sucede, se habla también de defender el honor, de costumbres y tradiciones que agreden y transgreden. De una religiosidad que se aplica de forma hipócrita. (Los sucesos de la obra se dan en la antesala de la visita de un obispo que tiene a todos los pueblerinos emocionados por su carácter católico pero que sin embargo, son indolentes a la injusticia que se va a cometer).

La luz general suele ser amarilla, contextualizando, brindándole un aspecto cálido, como la de un paisaje caribeño, sin embargo se tiñe de destellos blancos, al aparecer el la victima, vestida de blanco, haciendo alusión a su condición de muerto o al mostrar figuras como el obispo y la cruz, seres divinos. Así también, se tiñe de rojo para los momentos de lujuria y sobre todo, en el momento del asesinato, con una iluminación más contrastada y dramática.





Ana Sofía Villanueva Imafuku
20100638

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